Cacao ceremonial: cacao puro y amargo (sin azúcar) para tu ritual

Si te atrae el cacao en su versión más auténtica, el cacao ceremonial es para ti: cacao puro, cacao amargo y sin azucar añadida. Una bebida densa, aromática y honesta que invita a bajar el ritmo y conectar con el momento.

¿Qué es el cacao ceremonial?

Es cacao puro con mínima intervención: grano seleccionado, tostado suave, molido fino y nada más. Se disfruta amargo (o con endulzantes naturales si lo prefieres), conservando el carácter real del cacao.

Comprar cacao ceremonial  

Receta básica de cacao ceremonial (1 taza)

Ingredientes

• 30–40 g de cacao ceremonial (cacao puro)
• 150–200 ml de agua caliente (no hirviendo)
• Opcional: una pizca de canela o vainilla
• Opcional: un dátil o 1 cdita de miel (si no lo quieres totalmente sin azúcar)

Preparación

1. Calienta el agua hasta que esté humeante, sin que hierva.
2. Coloca el cacao amargo en una olla pequeña y añade el agua.
3. Mezcla con batidor (o molinillo) 2–3 minutos hasta que quede sedoso.
4. Añade especias si quieres. Sirve y disfruta.

Ritual sencillo (5 minutos)

• Intención: piensa qué quieres cultivar hoy (claridad, calma, gratitud).
• Respira: 3 respiraciones profundas antes del primer sorbo.
• Pausa: bebe lento; observa aroma, temperatura y textura.

¿Por qué elegir cacao puro y amargo?

• Sabor real: protagonismo del grano; sin endulzantes por defecto.
• Versatilidad: puedes tomarlo solo o ajustar con especias/ miel.
• Conexión con el origen: proceso respetuoso y contemplativo.

Preguntas frecuentes

¿El cacao ceremonial es chocolate caliente?

No. Es cacao puro y denso, generalmente sin azúcar. El chocolate suele llevar azúcar y, a veces, lácteos.

¿Tiene que ser amargo?

El cacao amargo es la base. Si prefieres balance, puedes usar dátil o miel. La versión tradicional es sin azucar añadida.

¿Cómo lo conservo?

En frasco hermético, lejos de la luz y el calor. Mantén el cacao puro seco y bien cerrado.

Quiero mi cacao ceremonial Conoce nuestra historia